martes, 6 de septiembre de 2011

ENTRADA 5

Son las cinco y media de la mañana, el teléfono ha sonado varias veces hasta que me he decidido a levantarme y cogerlo, sobre todo achuchado por el cabreo de mi chica por ser la tercera vez que se despertaba.

-¡¡¡Ya era hora!!! - Me gritó una voz al otro lado - necesito que me pases ahora mismo los informes de las habitaciones C01 a C09 y de C20 a C25 con urgencia, con el número de sujeto, fecha de ingreso, acción, compuesto y evolución. A este mail xxxx@xxxx.com. Código de identificación XXXXXXX. !!Rápido!!

Y colgó con tanta fuerza que fue lo que necesitaba para despejarme.

Me levanté, abrí el portátil (lo dejo siempre encendido y conectado por si acaso) y empecé a sacar el informe. Según iban saliendo datos me iba fijando en alguno de los números de sujetos: HB050, HB099, MB015, MB081. Esos números me daban a entender que, por lo menos, debía de haber casi doscientas personas que se habían sometido a pruebas voluntariamente y que por lógica los HB eran hombres y los MB mujeres. La información en el campo "evolución" no era menos estremecedora: "HB021 DEP 10/01/2011 00:00:01", "HB077 DESARROLLO 53%, ACTIVIDAD NEURONAL -40%", "MB087 VIOLENCIA - HERIDOS 2 - INGRESO 1 - DEP 1", "MB011 DEGENERACION AL 100% - ATAQUES CONTINUOS - SENSIBILIDAD 0%", textos muy cortos pero que a su vez parecían bastante explícitos.

Mandé el informe al mail y cerré de nuevo el ordenador, me fui a la cocina y me tomé un poco de chocolate acompañado de un vaso de leche caliente, a ver si me entraba un poco de sueño.

-Ven ya, cariño - se oyó desde la habitación la voz cansada de Merche.

Según me dirigía a la habitación, el teléfono volvió a sonar.

-Buenas noches, ¿Borja Laita? - me preguntó un vozarrón al otro lado del teléfono.

-Sí, soy yo – respondí, un poco arisco por el sueño y la idea de que en pocas horas tendría que levantarme para ir al trabajo.

-Soy Vicente Jiménez, jefe de seguridad del laboratorio, código XXXXXX, confirme su código por favor. - otra vez al ordenador a comprobar que el código era correcto y cantar el mío en respuesta - Le llamo para informarle de que mañana no es necesario que asista a su puesto de trabajo. Todos los trabajadores de nivel cinco están liberados de esta obligación hasta nuevo aviso. - el código era correcto y ese nivel es el que aparecía en mi tarjeta de identificación, bien grande, al lado de mi foto.

-Em, de acuerdo - dije sorprendido a la vez que aliviado, no ir al trabajo nos alegra a todos - pero ¿ha pasado algo grave?

-Información clasificada para trabajadores de nivel cuatro en adelante - dijo secamente.- Simplemente no venga mañana a trabajar y estese atento a su teléfono móvil. - y colgó.

Por unos instantes me quedé mirando el móvil como esperando una llamada de alguno de mis compañeros que me explicara qué demonios estaba pasando, pero nada sucedió y otra llamada de mi chica me saco de mi estado. Actualicé el blog para que no se me olvidara nada, me metí en la cama y allí me quede, mirando al oscuro techo.

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